Mezclar los ingredientes secos:
Añade poco a poco los 600-650 g de harina al tazón, junto con la cucharadita de sal. Mezcla bien y amasa con las manos o con una espátula de goma hasta obtener una masa suave y ligeramente pegajosa.
Primer reposo:
Cubre el tazón con un paño limpio y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 25 minutos, hasta que la masa empiece a crecer.
Amasar y segundo reposo:
Después del primer reposo, amasa la masa ligeramente para eliminar el exceso de aire. Cubre de nuevo y deja fermentar durante una hora en un lugar cálido, hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
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