«¡Dientes podridos, piel flácida, sin cejas!». Así ha evolucionado Claudia Cardinale a lo largo de los años

 

Claudia fue embajadora de buena voluntad de la UNESCO y siguió dedicándose al cine. Hoy reside con sus familiares y ha aprendido a poner su salud por encima de las expectativas sociales y las normas generales. Su papel en la industria cinematográfica es insustituible.

 

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