Pocos saben que nació en una familia de políglotas y se esperaba que siguiera la carrera de maestra. Era tan guapa que pronto ganó el título de la italiana más bella de Túnez, lo que le abrió muchas puertas. Su productor fue Franco Cristaldi, que firmó un contrato de 18 años con la futura leyenda del cine y más tarde se convirtió en su marido.
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