“Tú recibirás mi herencia” – esto le dijo la tía a su sobrina. En este punto pasa el tiempo y las condiciones de salud de la tía empeoraron cada vez más hasta perder la vida. Por tanto, la nieta estaba convencida de que recibiría los 500 mil prometidos por la mujer durante su vida.
Pasan los días, también los meses, pero ni una sombra de los 500 mil euros. La sobrina descubrió así que su tía se había burlado de ella y que para ella no había herencia, ni un euro, nada de nada. La sobrina se llevó una gran decepción porque esperaba una gran suma.
Esta historia nos hace comprender que nuestro compromiso no siempre es correspondido y que las personas pueden ser muy particulares. El hecho es que ayudar a una persona en dificultad es algo bueno y correcto.
